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El Tour, la Ertzaintza y la «cúpula de Seguridad»: ¿Todo vale?

2023-06-25 4 Comentarios

El próximo sábado, uno de julio, sale el Tour, la vuelta ciclista a Francia, de Bilbao, aunque Bilbao, como todo el mundo sabe, no está en Francia ni es un enclave francés en el País Vasco.

Tengo una opinión entre desfavorable y muy desfavorable acerca del hecho en sí. Hace unas semanas se me dieron varias razones a favor de que se haya decidido promover esta salida ciclista expatriada. Es muy conveniente, al parecer, para que nos conozcan fuera, para que sepan que existimos y para que valoren la oportunidad de invertir aquí.

Yo más bien pienso que estas iniciativas obedecen al deseo de nuestros gobernantes de ofrecer a la ciudadanía un motivo de «orgullo y satisfacción» y, ya de paso, apoyar económicamente al sector hostelero. En definitiva, me parece, más bien, una variante posmoderna del panem et circenses.

Creo –pero esto es solo una creencia, claro– que estos grandes actos deportivos son malos, negativos para la sociedad que los acogen, porque contribuyen a fomentar en su seno una imagen de –si se me permite la redundancia– la «buena imagen», vinculada con algo tan banal, emocionante y espectacular como eso: un espectáculo. Los países a los que nos gustaría parecernos basan su buena imagen en otros méritos, me temo. Pero bueno, de eso ya me ocuparé otro día, porque hoy toca ocuparme de otra cosa.

Lo anterior viene a cuenta de la amenaza de los sindicatos de la Ertzaintza al Gobierno Vasco y, a través de las instituciones vascas, al conjunto de la sociedad, de provocar el caos o la suspensión de la salida de la llamada «ronda gala» si no se avienen a hacer determinadas concesiones de orden laboral.

He empezado esta anotación dando mi opinión acerca del magno acontecimiento para que no se entienda que estoy interesado en que el tourre (en afortunada expresión de una amiga muy querida) se celebre a costa de lo que haga falta. A estas alturas no deseo que se suspenda; no creo que fuese bueno, por supuesto. Pero lo cierto es que se me ocurren dramas más graves. No, no tengo interés en el tourre.

Por otro lado, desconozco la parte de razón que asiste a cada una de las parte en conflicto. Tampoco sé que alícuota de responsabilidad corresponde a cada parte. Pero eso es lo de menos. Mis cuitas no tienen nada que ver con el enfrentamiento entre sindicatos y gobierno, sino de algo que, para mí, tiene mucha más enjundia.

Ayer sábado leí en un periódico bilbaíno una amplia información acerca del conflicto en cuestión. Ilustraba el artículo con una fotografía de la rueda de prensa de los representantes sindicales de la Ertzaintza. Hasta aquí, todo normal.

Lo que me llamó la atención y, desde luego, no me parece en absoluto normal, es que los representantes sindicales exhibiesen las fotos del consejero, Josu Erkoreka, y de cuatro mujeres de las que se decía en el pie de foto que forman la «cúpula del Departamento de Seguridad».

¿Qué persiguen los sindicatos exhibiendo esas imágenes? ¿Necesita la opinión pública vasca conocer las caras de las personas que, junto a Erkoreka, forman la cúpula de Seguridad? ¿Es acaso su fisonomía la que debe ser conocida por la ciudadanía vasca?

Evidentemente, no. Lo que se persigue es amedrentarlas, introducir la componente personal en el conflicto, desplazarlo de la esfera institucional a la personal. Lo que quieren es que el vecindario de esos cargos públicos sepa quiénes son sus vecinas, que sepan que ellas serían corresponsables de un eventual fracaso de la negociación. Se trata, sí, de un escrache, fotográfico, pero escrache, porque se hace con intención amedrentadora.  

Aparte de la gravedad del hecho en sí, hay otra consideración que no quiero dejar de hacer: a la vista de actuaciones así, ¿quiénes estarán dispuestos en el futuro a asumir responsabilidades institucionales?

Nos quejamos mucho de quienes desempeñan cargos públicos y de la clase política en general. Pero una sociedad, unos partidos políticos y unos medios de comunicación que no se oponen a esa formas de actuación no se merecen una clase política mejor. Este es un camino muy peligroso.

Cada veo más claro que a la política solo se dedican dos tipos de personas. Unas son idealistas que quieren trabajar para que sus ideas inspiren la convivencia y organización social de su país. Otros son verdaderos desalmados que buscan –algunos incluso delinquiendo– obtener el máximo beneficio posible de su paso por las responsabilidades públicas. Con actuaciones como la exhibición de las fotos, cada vez tendremos más de los segundos y menos de los primeros.

No debo terminar esta anotación sin advertir, como recordaron los representantes sindicales en la rueda de prensa, que «nos encontramos en nivel 4 de alerta yihadista». ¿Se dan cuenta de lo que significa esto? ¿De verdad se la dan? ¿Nos la damos los demás?

Adenda: Dice una gran amiga que ha leído este texto que hay una tercera categoría de políticos además de idealistas y corruptos: incompetentes. Lisa y llanamente, incompetentes. También ellos medrarían en la política si quienes son competentes y honrados desisten. Creo, sin embargo, que hay idealistas incompetentes y corruptos incompetentes. Son variables diferentes, una es la limpieza de intenciones y la otra la competencia. Lo ideal sería que todos fuesen idealistas y competentes, pero eso no solo no es posible, sino puede acabar siendo prácticamente imposible que haya alguno que obedezca a ese perfil.



4 Comentarios En "El Tour, la Ertzaintza y la «cúpula de Seguridad»: ¿Todo vale?"

  1. Victor
    2023-06-28 Responder

    Me siento del todo identificado con estas opiniones y argumentaciones. Comentando con amigos tu texto y estas ideas, muchos me dicen que están de acuerdo, y algunos me dicen que soy un cascarrabias o un amargado. Es posible que todo sea cierto.
    Así todo, creo que encaja a la perfección en tus comentarios lo que dices del “panem et circenses” de Juvenal. Muchos políticos vieron desde tiempo inmemorial que esto es una estrategia excelente para mantener el poder: dar forraje y opio al pueblo (aunque Marx atribuyera esto ultimo a otra cosa). Quizas Juvenal también era un cascarrabias, pero desde luego, sabio era muy sabio.

    • conjeturas
      2023-06-28 Responder

      A veces me tacho a mí mismo de cascarrabias. Pero no es cierto, no somos cascarrabias (tampoco me importaría demasiado serlo). Lo que ocurre es que las cosas del deporte tienen bula. El fútbol tiene bula, el ciclismo también. Todo lo que se haga para ofrecer ese circo se da por bueno porque sí.
      Y alguien tiene que decir que no, que eso no es bueno. No nos harán ningún caso, pero con un poco de suerte, alguien quizás se sienta algo incómodo. Yo estoy muy cabreado y decepcionado con esto.

  2. Jabi
    2023-06-30 Responder

    Hola!
    Estoy totalmente de acuerdo con lo escrito sobre lo de las fotografías mostradas en una rueda de prensa. Así es.
    Pero no estoy de acuerdo en la idea de "Pan y Circo" en torno al deporte que propone en este articulo. Y no se a que puede referirse con la idea de "...los países a los que nos gustaría parecernos basan su buena imagen en otros méritos...".
    El deporte es en general lo que aporta una mejor imagen de los países a nivel global. Y hacer deporte es una actividad que aporta grandes beneficios para el ser humano. ¿?
    El ocio, y creo que el deporte se puede alojar dentro de este sector económico, será en el futuro determinante en la función social del ser humano. Menos horas de trabajo o estudio, mas tiempo para uno mismo y los demás (deporte, series, juegos, lectura, viajes, comidas, redes sociales, etc.). Imparable. Y hay que ser intrépidos en este tema como hubo que serlo en la construcción del Guggenheim Bilbao Museoa.
    Si esta idea puede ser beneficiosa o perjudicial para el ser humano, ya es un planteamiento que se encuadra dentro del oficio de la videncia.
    Lo que mas me ha llamado la atención es la categorización de los políticos. Creo que hay muchas más variedades, ya que políticos en esencia somos todas las personas que nos integramos dentro de una comunidad. Con todas nuestra diferencias.
    Cargos públicos y clase política son dos denominaciones que no tienen mucho sentido y que crea una idea equivocada de los cargos de responsabilidad en la administración de todos/as. ¿Un conserje de una administración no es un cargo publico? ¿Un médico gerente de un hospital no forma parte de la clase política?. Plantear que quienes tienen que tomar unas decisiones de la comunidad fueran seres al margen del grupo, con interés determinado y capacidades escasas, me parece una idea bastante peligrosa.
    Hay clases sociales e intelectuales en todos los ámbitos.
    La sociedad ha cambiado, las referencias actuales creo que no se pueden describir mediante pinceladas ideológicas de otras estructuras sociales anteriores a la actual. "Pan y circo" y "Forraje y opio".
    No me he interesado por el deporte como espectador y lo consumo con criterio propio. Tengo otras inquietudes para disfrutar de mi ocio y otro punto de vista de lo que es el ocio. Pero no me gusta menospreciar a la industria del ocio y por ende al consumidor/a de esta industria. Todos/as somos comunidad.

    • Victor
      2023-07-01 Responder

      Hola Jabi. Eskerrik asko. Me tomo la licencia de comentar tus argumento, ya que el autor del texto nos brinda la posibilidad de conversar en este txoko:

      La tradición democrática y el fomento continuo del conocimiento de las ciencias, letras y artes hace que las personas piensen críticamente, no se dejen engañar y mejoren la vida y la civilización. Esos son atributos que creo deberíamos imitar como país, si queremos entrar en “primera división”.

      La sociedad evoluciona, pero en mi opinión sigue siendo igualmente válida la expresión Pan y Circo. Yo practico el ciclismo desde niño (y sigo haciéndolo actualmente). Sin embargo, en mi opinión, desde el punto de vista político estos fastos del Tour ha sido una expresión de populismo: forraje y opio para que la gente este contenta, no piense críticamente y recuerde el voto.

      Hay políticos honestos e idealistas. Para ellos van estos comentarios, por si sirve de ayuda.


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