No quiero ciencia divertida
Ayer estrené los 280 caracteres de tuiter con este tuit
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida
No quiero ciencia divertida— Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) 8 de noviembre de 2017
Mi intención -creía que estaba claro- era provocar debate.
Sergio, a su manera, me pidió una aclaración
¿No me quieres, entonces? https://t.co/L3298rp5CY
— Sergio L. Palacios (@Pr3cog) 8 de noviembre de 2017
Sergio es uno de los mejores divulgadores. Sus charlas son muy buenas, y muy divertidas. Me gustan mucho y él lo sabe.
Hay quien pensó que mi tuit era una declaración de mi incompetencia
Luego no te quejes que en clase se te duerman alumnos!!!
— ChChChCh (@JCHxD1) 8 de noviembre de 2017
Quizás no le falte razón. Algo parecido pensó don Umberto:
tu eres aburrido, por eso hace propaganda de lo aburrido. Intentas mejorar tu autoconcepto
— Umberto León (@umbertoleon) 9 de noviembre de 2017
Javier, otro docente y excelente divulgador -con una muy original disposición para con su actividad en este terreno, por cierto- también me interpeló a su manera:
Puedo interpretar q es más contra el payasismo q contra la sonrisa y el amusement?
— Javier Fdez Panadero (@javierfpanadero) 8 de noviembre de 2017
Mi respuesta:
Divertir no es la única forma de cautivar a una audiencia. Hay otras.
— Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) 8 de noviembre de 2017
Si no me equivoco, para Javier no hay distinción entre divertido y entretenido, cosa en la que, por cierto, el diccionario de la RAE le da la razón.
Yo, sin embargo, asocio «divertido» con «gracioso» o «humorístico» y pienso que entretener es lo contrario de aburrir. Es posible que esté equivocado, pero me parece que esa distinción es útil. Conozco excelentes divulgadores que no hacen gracia, pero que son muy entretenidos. Y aprovecho para aclarar que contra lo que pueda deducirse de mi tuit inicial, sí me gusta la ciencia divertida, por supuesto, o quizás debería decir, para ser precisos, que me gusta la divulgación divertida. Sigamos, no obstante, con la secuencia.
Esto es lo que quise decir con mis dos siguientes respuestas a Javier:
1. La ciencia no es divertida, como no lo es el conocimiento, en general.
2. Hay diferentes formas de transmitir conocimiento cautivando.
3. Hay quienes divierten, otros emocionan y otros cuentan historias muy entretenidas— Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) 8 de noviembre de 2017
Y
deicr que "No quiero ciencia divertida" es mi forma de protestar contra la pretensión de que para comunicar haya que divertir. No, no y no.
— Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) 8 de noviembre de 2017
Carlos Pazos pide aclaraciones también
O sea, si lo he entendido bien, la ciencia al hacerla, revisarla y registrarla debe ser seria pero, a la hora de popularizarla es cuando podemos —si queremos—, ser más laxos siempre y cuando seamos rigurosos y no faltemos a la verdad que tenemos entre manos.
— Carlos Pazos (@MolaSaber) 8 de noviembre de 2017
Aunque Javier no lo ve
No en mi opinión, porque lo contrario de divertido es aburrido, no serio y porque lo divertido y el humor en particular es asunto muy serio.
— Javier Fdez Panadero (@javierfpanadero) 8 de noviembre de 2017
Antonio terció en el debate con una consideración terminológica
La etimología de 'divertir' y 'aburrir' puede ayudar a aclararse. La primera viene a ser "cambiar el camino, redirigir"; la segunda ab-horrere, de "no poner los pelos de punta, no emocionar". Cambiar el camino no implica necesariamente humor, en su sentido más estricto
— Antonio Martínez Ron (@aberron) 8 de noviembre de 2017
Aunque confieso que Antonio no me acabó de convencer.
También tomó la palabra Joaquín
No SOLO quiero ciencia divertida, quiero ciencia relevante, apasionante, interesante, motivadora, ilusionante, cercana…
280 es demasiado pa mí ;-P
— Joaquin Sevilla (@Joaquin_Sevilla) 8 de noviembre de 2017
Joaquín se declaró partidario de la ciencia cercana (género en el que es un verdadero maestro, por cierto) y debo decir que estoy muy de acuerdo con lo que dijo.
Yo, no obstante, soy más de las buenas historias, quizás porque siempre me ha gustado la narrativa. Por eso me identifiqué con María (sobre todo en lo relativo a Joaquín, JR y Xurxo, narradores extraordinarios; ya me gustaría a mí….)
Las buenas historias me cautivan más que cualquier otra cosa. Estoy pensando en ti, en @jralonso3 (que además me suele emocionar), en @Joaquin_Sevilla o en @xurxomar, por poner ejemplos. Tb me gusta divertirme, pero nada como la región 055 iluminada como un árbol de Navidad 🙂
— María Sauleda (@msauledam) 8 de noviembre de 2017
Mi colega César también intervino pidiéndome aclarar un punto, y esto es lo que le respondí:
Depende. Una historia dramática puede ser una buena historia para divulgar ciencia. O la narración de una aventura.
— Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) 8 de noviembre de 2017
Molinos acierta al señalar que es importante el soporte (y le agradezco que diga de mí que soy divertido en persona, afirmación que atribuyo a su amistad y buen talante):
Y depende del ámbito donde estés contando las historias. Un teatro, la tele, un post, un libro.
Iñako, tú eres divertido en persona y de cerca. Otra cosa es dando charlas.— molinos (@molinos1282) 8 de noviembre de 2017
Y Aitor, muy razonable también, se declara amigo de la diversidad de géneros:
Imagino que eso depende de lo que quiera el receptor.
Como en literatura, como en el cine. Hay géneros u obras que nos gustan más que otras, sería complicado determinar que unas son mejores que otras.
Yo disfruto con muchos estilos de divulgación. También con muchas gastronomías— Aitor Sánchez García (@Midietacojea) 8 de noviembre de 2017
A Elena, por su parte, los 280 caracteres de tuiter le parecen pocos y amenaza con tratar este tema en Córdoba, en el Congreso de Comunicación Social de la Ciencia
Había visto las respuestas. La verdad ni con 280 nos da para discutir el tema. Habráá que abrir capítulo en @CCSCiencia
— Elena Lázaro Real (@LazaroElena) 8 de noviembre de 2017
De repente reaparece Javier y dice que mi madre es una cabra (mejor no se lo chivo a mi madre, la pobre)
Yo creo que toda la discusión es un asunto terminológico, aparte de gustos personales. Como explicaba en https://t.co/ieCBefMsN0
— Javier Fdez Panadero (@javierfpanadero) 8 de noviembre de 2017
Y Juan Antonio, en coherencia con lo dicho por Javier, confiesa que le parecen divertidas las operaciones quirúrgicas complejas
Supongo q es cuestión semántica. Cuando digo q me divierte realizar una operación quirúrgica compleja, alguien se puede escandalizar. Lo q siento es probablemente satisfacción x hacer algo q me gusta. Palabras…
— Juan Antonio Alonso (@Juan_A_Alonso) 8 de noviembre de 2017
Jose R lleva el asunto al terreno educativo
El debate es ese? No deberíamos hablar y buscar q el conocimiento, la ciencia, la cultura sea estimulante, seductora, enriquecedora para nuestros alumnos?
— jose r bertolin (@joserbertolin) 8 de noviembre de 2017
Y aunque al principio prefiero no añadir complicaciones, lo cierto es que Eugenio tiene razón:
Pues yo sí lo extrapolaría a la enseñanza: el aprendizaje no tiene por qué divertir, los profesores no somos monitores de tiempo libre.
— Eugenio M. Fernández (@EugenioManuel) 8 de noviembre de 2017
A lo que Jose R responde
He llevado la palabra divertir hacia la idea de estimular, seducir y enriquecer. Difícil sino imposible aprender bajo un esfuerzo ingrato y yermo en estímulos
— jose r bertolin (@joserbertolin) 8 de noviembre de 2017
Y Eugenio
Aunque nos empeñemos en lo contrario, todo aprendizaje conlleva un esfuerzo. Otra cosa es si es o no ingrato.
— Eugenio M. Fernández (@EugenioManuel) 8 de noviembre de 2017
No puedo estar más de acuerdo.
Hubo otras intervenciones
Ok, ya le entendimos lo que usted no quiere, pero deje a la gente disfrutar de la ciencia como mejor le guste, ciencia divertida, seria, entretenida, dramática, como quiera. Y que los divulgadores también, como más les guste, al fin, que se hable de ciencia y que se haga ciencia.
— Martín Monteiro (@fisicamartin) 8 de noviembre de 2017
Y aunque traté de justificarme:
Yo dejo a la gente disfrutar como le parezca; nunca he pretendido que los demás piensen como pienso yo y les gusten las cosas como me gustan a mí.
— Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) 8 de noviembre de 2017
Mi intento resultó vano
Si no está justificado lo que digo entonces que se explique. Hasta el momento solo hay un tuit en tono negativo dicho por un divulgador que no se hace cargo de su responsabilidad. Está bien si quiere criticar ciertas propuestas de divulgación. Está mal que no explique el punto.
— Martín Monteiro (@fisicamartin) 9 de noviembre de 2017
(gracias Mónica, por cierto, por tu intervención)
Añado, de postre, una breve consideración de Irreductible que me ha parecido oportuna
También es llamativo que alguien diga “A mí no me gusta X” y en twitter haya gente que entienda: “Hay que acabar con X, hay que erradicar X”
— Javier Peláez (@Irreductible) 9 de noviembre de 2017
Acabo esta secuencia con un tuit de mi admirado y querido Jose, que suscribo:
Llevo años diciendo que la clave es apasionar y enganchar al que nos lee o escucha…y eso se puede hacer con humor o sin él.
— José M López Nicolás (@ScientiaJMLN) 9 de noviembre de 2017
Creo que a estas alturas está claro lo que pienso. Pero por si acaso me esforzaré un poco más.
El conocimiento no tiene por qué ser divertido, pero casi siempre es apasionante. A veces el problema para percibirlo de esa forma es que no somos capaces de transmitirlo de la manera adecuada. Es, pues, importante, saber comunicarlo, y para ello, lo ideal es cautivar a la audiencia. Algunos recurren al humor, otros hacen cosas muy entretenidas, hay quien busca lo cercano, también se puede recurrir a otras disciplinas para servirte de apoyo: el arte, la música, la literatura…Otros cuentan historias maravillosas, narraciones de aventuras, de intriga, de amor. Y también los hay que, simplemente, son capaces de conseguir entusiasmar con la esencia de lo que cuentan.
Claro que quiero ciencia divertida, lo que no quiero es que solo se dé por buena la ciencia que divierte, o que por tratar de divertir los buenos divulgadores dejen de hacer uso de sus cualidades. Y no quiero dejar de lado lo que dice Eugenio en relación con la enseñanza: aprender cuesta esfuerzo.
Y un estrambote:
Es que a ti te va el agit-prop.
— Xurxo Mariño (@xurxomar) 9 de noviembre de 2017
¡Qué bien me conoce Xurxo! 😉
2 Comentarios En "No quiero ciencia divertida"