Hace un mes publiqué una anotación aquí en la que manifestaba mi opinión acerca de las pretensiones presupuestarias de la Universidad del País Vasco (EHU) y el lenguaje utilizado para reclamarlas (aquí y aquí). Un mes después se han sucedido una convocatoria de prensa por parte del rectorado de EHU (aquí), una comparecencia parlamentaria del rector y una declaración del Claustro de EHU al respecto.

El rectorado, por otro lado, ha enviado mensajes con contenidos relativos a estos asuntos a toda la comunidad universitaria ofreciendo su versión de la situación económica de la universidad. También ha ofrecido entrevistas a diversos medios informativos.

Por mi parte, he expresado mi opinión acerca de estos temas en dos comparecencias parlamentarias –la dedicada a la presentación de presupuestos ante la correspondiente comisión y otra, a petición mía, en la comisión de Ciencia, Universidades e Innovación— y algunas entrevistas de prensa.

Hasta el momento, este intercambio de pareceres no ha servido para sentar las bases de una relación de colaboración entre el rectorado de EHU y el Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno Vasco (en adelante, DCUI). Sin embargo, tal colaboración es imprescindible para poder desarrollar y llevar a término proyectos que coloquen a la Universidad del País vasco en la vanguardia académica europea.

En mi opinión, para que tal cosa sea posible, es esencial partir de información contrastada, hechos fehacientes y datos ciertos. No es posible mantener un diálogo constructivo si no partimos de ese suelo común.

Al objeto de contribuir a establecer las bases para el diálogo, en una serie de cuatro anotaciones me propongo ofrecer una serie de datos que, a mi juicio, refleja el estado de salud financiera de EHU. Los datos proceden de fuentes oficiales y, en última instancia, han sido proporcionados por la propia universidad. Las sucesivas anotaciones tratarán de “Aportaciones del Gobierno Vasco a EHU”, “Plantilla y encargo docente”, “Sueldos”, y “Financiación comparada”.