«El futuro está abierto. No está predeterminado y no se puede predecir, salvo por accidente. Las posibilidades que encierra el futuro son infinitas. Cuando digo ‘tenéis el deber de seguir siendo optimistas’, no sólo me refiero a la naturaleza abierta del futuro, sino también a aquello con lo que todos nosotros contribuimos a él con lo que hacemos: todos somos responsables de lo que el futuro nos depare. Por tanto, nuestro deber no es profetizar el mal, sino luchar por un mundo mejor

Las líneas anteriores las he tomado de la Introducción de «El mito del marco común», de Karl Popper. No se me ocurre mejor forma de desear lo mejor para 2025 a todos los que queremos un mundo mejor y creemos trabajar para conseguirlo.