Las cifras son tercas: hay que seguir vacunando
Parece que se ha vuelto a liar. Con las vacunas, quiero decir.
Oí ayer en Radio Euskadi a una mujer que decía que le parecía bien que se suspendiese la administración de la vacuna de Oxford/Astra Zeneca. Decía que si la vacuna provoca muertes era mejor esperar hasta disponer de otras que no las provoque. Me temo que esta es la noción que predomina en el público y me temo que es el motivo por el que los responsables del Ministerio de Sanidad y de las consejerías de salud de algunas comunidades autónomas barajan restringir al máximo el uso de esas vacunas.
No voy a reiterar argumentos que ya di hace unas semanas. Después del informe que ayer publicó la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), solo me queda reafirmarme en las ideas que expuse entonces, porque su valoración no ha variado.
La EMA ha examinado los casos de 18 fallecimientos por trombosis venosa de senos cerebrales y trombosis venosa abdominal correspondientes a una población de 25 millones de personas inoculadas con la vacuna de Oxford/Astra Zeneca. El riesgo de fallecimiento por esa causa es, por lo tanto, de 0,7 por millón. Dejémoslo en 1 por millón, por redondear y por si hubiese pasado algún caso desapercibido (lo dudo muchísimo).
En España, el máximo número de casos de Covid19 registrados en los últimos meses ha sido de 37000 por día, y el mínimo, de 4000 (según Our World in Data). Son cifras aproximadas y redondeadas.
Y en lo que a los fallecimientos se refiere, el máximo ha sido de unas 490 muertes por día y el mínimo, de 90. En proporción a la población, las cifras de mortalidad por Covid19 han variado entre un máximo de 10 y un mínimo de 2 muertes por día y por millón de habitantes en España.
Por lo tanto, y considerando el conjunto de la población española, la vacuna de Oxford Astra Zeneca podría provocar la muerte de una por cada millón de personas vacunadas. A cambio, por cada millón de personas no vacunadas, morirán en los próximos meses no menos de dos personas CADA DÍA (en un escenario de contención y reducción progresiva después de la subida posvacacional). Insisto en que las muertes por dejar de vacunar se producirán cada día.
Es cierto que la mortalidad de las personas contagiadas es muy dependiente de la edad, porque quien se contagie de Covid19 con 45 años tiene una probabilidad de morir de 0,13%, mientras que con 75 años ese valor sube al 6,6% (estos datos son de la CAV, pero supongo que no diferirán mucho de los de otras CCAA). En otras palabras, una vez contagiada, la probabilidad de morir de una persona se multiplica por 50 entre los 45 y los 75 años de edad. Esa diferencia tan grande obliga a tomar en consideración la edad a la hora de estimar la probabilidad de muerte de quienes no estén vacunados, por supuesto.
Ahora bien, la edad no solo afecta a la probabilidad de morir de una persona contagiada, también influye en la probabilidad de contagiarse, que es muy alta alrededor de los 16-18 años de edad, y muy baja a partir de los 60 años. Las diferencias en incidencia, no obstante, son muy inferiores a las de letalidad.
Aunque no he hecho las cuentas para cada intervalo de edad, se puede estimar la edad por debajo de la cual es menor el riesgo de no vacunarse que el de hacerlo. Pero eso depende, a su vez, de la incidencia global. Cuanto menor es la incidencia mayor es la edad por debajo de la cual sería mejor no vacunar, y lo contrario en caso de alta incidencia. Eso explica que los países con baja incidencia de Covid19, como Noruega, sean proclives a suspender la vacunación al tener conocimiento de las muertes causadas por los trombos. Pero también debería ser motivo más que suficiente para que no se suspenda en los países con alta incidencia. En estos países habría de reducirse mucho la incidencia de la pandemia para que sea más peligroso vacunarse que no hacerlo.
Con los datos disponibles deberían vacunar a las personas mayores de 70 años cuanto antes, porque son esas personas las que corren un mayor riesgo. Entre tanto, y como cada día que pase habrá más datos y mejor información, se podrán hacer las cuentas que permitan establecer edades límite para vacunar con más seguridad dependiendo de la marcha de la pandemia. Y después actuar en consecuencia.
Tengo entendido que en este momento no hay vacunas de Astra Zeneca disponibles para administrar o, si acaso, quedan unas pocas, por lo que la decisión que se tome ahora al respecto, no va a causar demoras en la vacunación. Pero llegarán y entonces habrá que tomar una decisión.
Vacunas quizás no haya, pero lo que sí hay es un desconcierto enorme en la ciudadanía a causa de estas idas y venidas. La gente está harta de cambios mal explicados o no explicados, está harta de que la Covid19 se haya convertido en un campo de batalla entre unas fuerzas políticas y otras, está harta de la pandemia y de cómo le ha cambiado la vida. Y no entiende nada; hay que estar muy bien informado para tener una idea cabal de lo que ocurre, pero es muy difícil.
Y por si todo lo anterior fuese poco, estas idas y venidas están socavando gravemente la confianza que se habían ganado las vacunas por su inesperada eficacia. Esa desconfianza también causará enfermedad y muertes.
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